Historia de unas vacaciones
Hoy os traemos la típica historia de abuelo cebolleta, una vieja batalla que ha concluido recientemente y de la que, creemos, podemos sacar alguna que otra lectura interesante a futuro… como, por ejemplo, que no hay que creer todo lo que diga la empresa (de hecho mejor no creer nada) y que el tiempo pone todo en su lugar.
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El chiringuito
Corría el verano del 2019 cuando nuestra antigua empresa nos informó de que íbamos a ser subrogados… nuestra primera subrogación, cuando aún éramos tan ingenuos de pensar que sería la última.
Como nos pillaba todo muy de nuevas nos pusimos a investigar qué era todo aquello y, de aquellas investigaciones, nacieron estos artículos.
Aunque, resumiendo mucho, lo que sacamos en claro es que para nosotros y nosotras lo único que iba a cambiar era la cabecera de la nómina. O eso pensábamos. El caso es que en nuestra antigua empresa, Networkstest, se presentaron a una primera reunión los Men in Black de Digitex BPO, que parecía que nos iban a salvar del caos en el que vivíamos y a llevarnos a una gran empresa que, por supuesto, “no era ningún chiringuito”. Como era todo tan serio en Digitex BPO, nos repartieron una hojas que nos dijeron teníamos que firmar obligatoriamente porque de lo contrario no nos iban a poder subrogar… y, bueno, como suele pasar en estos casos hubo quien firmó y hubo quien no y, alerta espoiler, al final nos subrogaron igual.
Vaya, vaya…¿este año habrá playa?
Como estábamos en pleno verano, la mayor preocupación de los subrogados era saber qué iba a pasar con los días de vacaciones que teníamos solicitados y aprobados desde principios de año, porque en esa empresa que para los señores de Digitex BPO sí era un chiringuito, teníamos nuestro calendario anual con sus turnos y vacaciones desde primeros de año siempre disponible, hecho muy curioso teniendo en cuenta que ahora hacemos exactamente lo mismo y nos dicen que esto es absolutamente imposible.
Los Men in Black nos comunicaron que no había ningún problema, que se iban a respetar nuestras vacaciones y que en la liquidación que estaban preparando en Networkstest nos iba a pagar los días generados y ellos ya nos “descontaban” de la nómina los días que no íbamos a generar con ellos… pero que nos respetaban las vacaciones y que podíamos ir reservando el apartamento en Benidorm sin problema. Obviamente nosotros nos quedamos con los ojos como platos porque eso no era lo que nos habían contado, porque no es lo que dice el Estatuto de los Trabajadores y tampoco es lo que dice la Constitución Española… pero estos señores nos aseguraron que ellos llevaban más de 300 subrogaciones y que las habían estado haciendo así, sin problemas por lo que no podían estar equivocados ellos y que, con toda probabilidad, lo que estaba equivocado era el Estatuto de los Trabajadores y la Constitución Española. Nosotros, con todo, escribimos este artículo porque siempre hemos sido una gente de cuestionarse mucho todo.
Winter is coming
El tiempo pasó y los subrogados fueron disfrutando de sus días de vacaciones y cobrando sus nóminas íntegras en el tiempo correcto… pero llegó el frío invierno y recibimos un email de RRHH indicando que en las nóminas de diciembre y enero, se nos iba a descontar los días de vacaciones disfrutados y que ellos consideraban que no habíamos generado desde que fuimos subrogados. Así, a modo de inesperado regalo de navidad.
¿Qué ocurrió entonces? Pues que un pequeño grupo de irreductibles trabajadores decidió denunciar a la empresa, porque empezábamos a sospechar que si se lo explicaban en un juzgado no nos iban a hacer ni caso, por mucho que tuviéramos razón y se lo hubiéramos demostrado de manera categórica.
Con lo que no contábamos, claro está, fue con la llegada de la covid, el confinamiento y toda la paralización de la Justicia… pero bueno, pudimos contribuir a salvar las empresas, teletrabajando en casa con nuestros recursos, gastando una electricidad que nunca nos pagaran ni muchos menos nos agradecieron.
Dos años después…
Tocó esperar pero, por fin, tuvimos la sentencia. Fue en marzo del 2022 y, sorpresa, el juez nos da la razón. De hecho, durante todo el juicio JAMÁS se discutió que las vacaciones debían de ser pagadas, sino quién tenía que afrontar el pago (Networkstest o Digitex BPO).
Finalmente nos ha tenido que pagar Digitex BPO y con un 10% de interés anual… parece que las 300 subrogaciones que habían realizado las habían realizado mal, qué cosas. Así que sirva esta historieta para demostrar que con un poco de paciencia y confianza se puede conseguir hacer justicia. Ahora ya podemos gritarlo bien alto: ¡¡¡LO HEMOS CONSEGUIDO!!!