D de Digitex
Lo vamos a confesar aquí: no entendemos a la empresa. De verdad, no tenemos ni idea de por qué hacen lo que hacen. La sensación es de que no hay nadie al volante, es como si todos los departamentos que hacen cosas «importantes» (gestión de proyectos, relaciones laborales, prevención de riesgos laborales…) estuvieran enfadados entre ellos y no se hablaran.
La mano izquierda de la empresa no sabe lo que hace la derecha y, claro, eso se traduce en pasotismo. Tienen a un montón de gente con cargos chulísimos y con nombres pomposos que no tenemos ni idea de qué hacen, pero desde luego dirigir la empresa no. Porque, si no, que me expliquen cómo es posible que nunca haya nadie dispuesto a reunirse con la representación legal de los trabajadores. Que no se responda a sus correos. Que me expliquen como, después de un año, seguimos sin tener los datos necesarios para realizar el Plan de Igualdad, pese a que la empresa está obligada a tenerlo y que, entre otras cosas, por carecer de él se expone a una cuantiosa multa y a perder todos los contratos que tiene con entidades públicas. ¿Pasotismo? ¿Ignorancia? ¿Dejadez? ¿Incompetencia? Ni idea, de verdad, igual forma todo parte de un plan maestro para hacerse con el control de la humanidad, a saber.
Pues nada, la empresa no solo no se reúne con nosotros, sino que no nos facilita ningún tipo de información. Aunque está obligada a ello, aunque esta Sección Sindical ya ha llevado este asunto ante la Inspección de Trabajo, y no solo una vez. Porque así somos en CGT, unos terroristas que se pasan el día buscando explosivos para desatar su propio 5 de noviembre. O, al menos, así nos ve la empresa. Nosotros más bien nos vemos como unos revolucionarios defendiendo una idea, la idea de una empresa que cumple con la ley, que respeta a sus trabajadores y que cumple con sus obligaciones empresariales. ¿Soñadores? Quizás. ¿Incansables? También.
