¿Puede la empresa…?

Sí. 

No necesitamos ni escuchar la pregunta para responder. Sí, la empresa puede hacerte todo eso. Puede hacerte mucho más que eso. La empresa puede ponerte a coser balones si quiere. Y despedirte porque eres pelirrojo. Y dejar de pagarte dinero para empezar a pagarte cacahuetes. Y sí, también tu vecino del quinto puede coger mañana y darte un navajazo en el ascensor. Y cuando estés agonizando en el suelo puede quitarte las llaves del coche y llevárselo. Y también puedes llegar un día a casa y encontrarte a otra persona viviendo en ella. Por eso precisamente existen las leyes, porque te pueden pasar un montón de cosas en esta vida. Otra historia es que sean legales.

La pregunta no es si la empresa puede hacer esto o aquello. La pregunta es sí tú estás dispuesto a permitir que la empresa te haga esto o aquello. 

¿Lo estás? Porque si es así, no pierdas el tiempo. No preguntes, no te hagas malasangre. Agacha las orejitas y acepta tu destino. Hoy perderás un derecho, mañana otro… pero te aseguramos que perder derechos es mucho más sencillo y menos cansado que conservarlos.

Cuando preguntas si la empresa puede hacer algo lo que realmente estás preguntando es si existe algún poder superior, una deidad o un superhéroe que se ocupe de estas cosas. Un tipo que lleve un traje negro ajustado y una máscara de murciélago, al que le enciendas una señal y que vaya a la empresa a defender lo que es tuyo, a pegarse con los jefes… pero nos tememos que supersindicalista es más Alfred que Batman. Puede asesorarte y, a veces, puede librar pequeñas batallas por sus afiliados, incluso poner inspecciones de trabajo para ciertos asuntos… pero quien tiene que dar la cara eres tú, que para eso el problema es tuyo y los derechos que se van a perder te pertenecen. 

Expectativas…

Si tienes un problema que es tuyo y de nadie más, por ejemplo no estás en la categoría en la que deberías estar o no te han pagado unas horas extraordinarias que has realizado… te va a tocar dar la cara. Puedes pedirle por favor a la empresa que te lo resuelve, pero la empresa también te puede decir que no. O no decirte nada. Y tú te vas a quedar exactamente como estás si no actúas. 

Realidad.

La buena noticia es que tienes muchos más superpoderes de los que te piensas. Incluso, para ciertos casos, puedes actuar de incógnito y que la empresa no sepa quién la ha denunciado… pero para muchas otras cosas te tocará dar la cara, sobre todo para las cosas que implican dinero. Seamos claros: la empresa no le va a dar ni un céntimo a alguien que no lo ha pedido. Incluso si se lo ordenara un juez, por una demanda colectiva o algo así, sería necesaria su buena voluntad o una reclamación de cantidades para que te pagaron lo que te corresponde. Vamos, que si Batman es quien les pide que paguen, no le van a ingresar el dinero a Bruce Wayne.

 Así que sí: si quieres peces te va a tocar mojarte el culo, ponerte la máscara y subirte al batmóvil. Muchas veces, incluso, te tocará pagar a un abogado (si llevas afiliado a CGT un mínimo de 6 meses, este servicio será completamente gratuito). Según lo que se reclame, esto te merecerá mucho la pena porque, si por ejemplo, estás reclamando una categoría profesional, estamos hablando de que no solo tendrías que cobrar más de lo que cobras, sino que la empresa debería pagarte un año completo de diferencia salarial. Un dineral, vamos. Además, es bastante más probable que un juez declare improcedente un despido si hay una demanda previa de trabajador a la empresa que sin ella. Es decir, que si vas a reclamar algo, seguramente te interese más hacerlo por la vía legal que de buenas, porque si lo pides de buenas y a la empresa se le cruza el cable, a ver cómo demuestras que te han despedido por eso y no porque eres un vago y un maleante. Que tampoco, porque la carga de la prueba la tendrían ellos… pero para que nos entendamos.

Nosotros siempre vamos a estar dispuestos a informarte y a aconsejarte, pero no somos superhéroes. No nos pidas que defendamos unos derechos que tú no estás dispuesto a defender. Si nos pides ayuda, estaremos a tu lado, pero serás tú quien se tenga que poner la capa.