Sindicalismo participativo

En CGT creemos en el sindicalismo como en un espacio de participación de los trabajadores para la defensa de sus intereses. Sin embargo en la sociedad ha calado hondo el mensaje de los mercados que repetidamente nos lanzan los medios de comunicación y que nos lleva a considerar al ciudadano como usuario, como consumidor.

El mundo laboral no es una esfera independiente de la vida personal, y la perspectiva de consumidor también nos influye haciendo que muchos trabajadores no vean a los sindicatos como un espacio de autoorganización, sino como un proveedor de servicios y protección. Se evidencia cuando sugerimos a un trabajador que participe con nosotros y se afilie y nos responde “¿Qué me ofrecéis por la cuota de afiliación?”.

La cuota de afiliación debe servir para costear lo necesario para la lucha sindical: locales, sueldos de abogados y personal administrativo, impresión de cartelería, etc. Pero, ¿de qué sirve si no hay trabajadores que hagan uso de ello? Hay sindicatos que suplen la ausencia de participación de los trabajadores mediante liberados sindicales. Desde CGT se rechaza la existencia de liberados sindicales porque entendemos que solo los trabajadores que sufren los problemas que se denuncian van a implicarse realmente contra ellos.

Sin la voluntad de los trabajadores de ser parte activa del sindicato y no esperar a que sean otros los que les resuelvan su papeleta y solo dedicarse a esperar resultados y exigir, no podemos esperar que esos sindicatos a los que se les cede toda responsabilidad para que sean los que nos defiendan terminen institucionalizándose y funcionando como organizaciones para los trabajadores y no de trabajadores, y por lo tanto alejándose de los problemas reales.

Es cierto que el sistema de representación electoral no ayuda. El hecho de que podamos votar cada cuatro años a los que defenderán nuestros intereses en la empresa, desincentiva la base del sindicalismo: El vínculo entre los afiliados para organizar la defensa de sus intereses. En CGT creemos que para que los delegados elegidos por votación no terminen actuando en contra de los trabajadores, estos deben estar informados y movilizados. Por eso siempre defendemos la celebración de asambleas de trabajadores donde se informe y aprueben las decisiones importantes. Pero en especial instamos a la afiliación haciendo a los afiliados participes de las propuestas que nuestro sindicato se llevará al comité.

Podríamos resumir la acción sindical dentro de una empresa en:

• Capacidad de identificar los problemas y la reivindicación que aúne fuerzas.
• Capacidad de ejercer el conflicto.
• Capacidad de convertir la fuerza del conflicto en propuestas.
• Capacidad de convertir todo ello en acuerdo útil. 

Es evidente que sin la participación de los trabajadores en los puntos 2 y 3, la posibilidad del comité de empresa para negociar y llegar a un acuerdo satisfactorio (punto 4) se reduce drásticamente.

Dado que el sindicalismo nació como respuesta al capitalismo, y este surgió con la industrialización, es entendible que esté ideado para la organización de los trabajadores en las fábricas, donde se aglutinan un gran número de trabajadores que pueden organizarse y decidir rápidamente como actuar. Sin embargo en la actualidad el proceso productivo está profundamente descentralizado y nuestra empresa es un ejemplo de ello donde los centros se reparten por todo Madrid. Para poder informar y organizarnos debemos hacer uso de cuantas herramientas tengamos a nuestra disposición para paliar este problema:

Herramientas para todos los trabajadores:

• WEB.
• Boletines periódicos.
• Portal de participación (sistema de voto telemático).

Herramientas para los afiliados:

• Canal de afiliados en Telegram.
• Invitamos a los afiliados a que participen en las reuniones que celebramos periódicamente.

Podríamos seguir hablando de problemas y soluciones para organizarnos y movilizarnos, pero preferimos hacerlo con vuestra presencia y participación 😉

Saludos.