Día Internacional de la Mujer

Nueva York, septiembre de 1909. Un grupo de trabajadoras textiles de la Triangle Shirtwaist Company, hartas de las pésimas condiciones laborales que padecen, decide iniciar una huelga. Las jornadas de trabajo de hasta 14 horas diarias, sin descansos, protección ni derechos, son su principal reivindicación. Además, exigen que su salario se equipare al de los hombres y que se reconozcan sus derechos sindicales.

Este movimiento, contra todo pronóstico, fue rápidamente secundado por más de 20 mil trabajadoras del sector de Nueva York, Chicago, Rochester, Cleveland y Filadelfia. El 22 de noviembre se organizó un mitin en el Lower East Side donde comenzaría oficialmente la huelga general. No fue una lucha fácil. Fueron trece semanas duras en las que las trabajadoras pasaron hambre y frío. Además, tuvieron que enfrentarse a una dura represión y frecuentes insultos.

El 15 de febrero de 1910, la ILGWU (International Ladies Garement Workers Union, uno de los  sindicatos femenino de trabajadoras del textil) declaró el final de la huelga. Algunas fábricas pactaron y otras, como la Triangle, no llegaron a ningún acuerdo.

Un año después de esto, el 25 de marzo de 1911 se producía un incendio en la Triangle Shirtwaist Company. Las condiciones de trabajo de estas mujeres las mantenía hacinadas en tres pisos, con una de las dos únicas puertas de acceso a la calle cerrada con llave. Esto unido a las deficientes medidas de seguridad del edificio fueron causantes del fatídico final de aquel día: 123 mujeres murieron en aquel incendio.

La Women´s Trade Union League y la International Ladies Garement Workers Union, los sindicatos textiles más significativos de la época, organizaron actos de protesta después de estos hechos. También algunos grupos sufragistas se sumaron.

El juicio contra los propietarios resultó ser una falsa. El jurado, formado únicamente por hombres, dado que las mujeres no podían ser miembros de un jurado en aquella época, declaró inocentes a los propietarios. En ningún momento se habló de las pésimas condiciones de trabajo de estas mujeres ni de las inexistentes medidas de seguridad del edificio.

La mayoría de las mujeres que fallecieron aquel día tenían entre 14 y 23 años de edad.

Es frecuente que se mencione este suceso como origen del Día Internacional de la Mujer, pero no es cierto que este incendio fuera el detonante, pese a ser un claro ejemplo de la situación que vivían las mujeres de la época. En realidad, el primer Día Internacional de la Mujer se celebró el 28 de febrero de 1909, en Nueva York. Fue organizado por el Partido Socialista de América, con la finalidad de  hacer propaganda a favor del sufragio femenino, para defender los derechos laborales de las trabajadoras y manifestarse contra la guerra.

No sería hasta 1911 cuando este día comenzaría a celebrarse en Europa. Concretamente el día 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. El 17 de febrero de 1913 la celebración de este día llegaría a Rusia. El 8 de marzo de 1914 fueron celebrados diversos actos en Alemania, Suecia y Francia cuya actividad central giraba en torno al derecho al sufragio femenino, el militarismo y protestas contra la guerra. En 1915, también un 8 de marzo, un gran contingente de mujeres salió a las calles de Oslo para repudiar la Primera Guerra Mundial.

El 23 de febrero de 1917 (8 de marzo según el calendario occidental), en plena guerra, las mujeres de San Petersburgo realizaron una manifestación pidiendo pan y el regreso de los combatientes. La manifestación es considerada por algunos historiadores como el origen de la Revolución Rusa.

Quedaba así instituido el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

Aunque a día de hoy puede parecernos que esto ya no es necesario, lo cierto es que la brecha salarial sigue existiendo. Y no, no solo en países del tercer mundo. Esto también sucede en nuestro país. Concretamente, las mujeres en nuestro país ganan un 17,8% por hora menos que los hombres. El trabajo a tiempo parcial es mucho mayor en mujeres que en hombres, hablamos de un 8% en hombre frente a más de un 30% en mujeres. Las mujeres están sobrerrepresentadas en los sectores con los salarios más bajos, acceden a menos puestos ejecutivos y, cuando lo hacen, sus salarios son notablemente más bajos que los de sus homólogos varones. 

Un paso más en un camino que mujeres valientes y luchadoras, como las trabajadoras de Triangle Shirtwaist Company, emprendieron hace muchos años.