Cómo conseguir una subida salarial

Vaya por delante que este título no tiene intención de clickbait, pero si has llegado hasta aquí buscando una formula mágica e infalible, te vas a llevar el chasco de tu vida. Pero  vamos, estrepitoso. 

No, no existen fórmulas mágicas para conseguir subidas salariales. Si eso fuera así, todos seríamos millonarios y yo, desde luego, no estaría escribiendo este artículo. Bueno, igual sí, pero desde una playa del Caribe. 

 

No estaría mal, ¿verdad?

 

La igualdad salarial

En el Real Decreto 902/2020 se imponía a las empresas la obligación de disponer de un Registro Retributivo, que tiene que estar disponible para la RLT y para la plantilla. Este registro debe recoger los valores medios de los salarios y los complementos de todo el personal, incluyendo altos cargos directivos. Y estos datos deben estar separados por sexo. 

En el artículo 28.3 del Estatuto de los Trabajadores se especifica, además, que cuando esta media salarial sea superior en un 20% más en un sexo respecto al otro, el empresario deberá justificar por qué… y, obviamente, en caso de no poderlo justificar, deberá subsanarlo. 

Esto no os vayáis a imaginar que es la panacea y una cuestión de chascar los dedos. Para empezar lleva una cantidad ingente de trabajo analizar y revisar todos los datos, luego hay que elaborar el registro, investigar la excusa que dará la empresa para justificarlo (que lo hará) y, finalmente, cuando no haya acuerdo, llevar el asunto a Inspección de Trabajo o incluso a juicio. Vamos, que es un proceso muy largo y complejo, aunque obviamente no imposible. Pero sí que no queremos que nadie se haga a la idea de que esto es una cosa de hoy para mañana porque no lo es, en el mejor de los casos podría ser algo de un año para otro… y siendo muy optimistas.

Con todo, es uno de nuestros objetivos y algo por lo que queremos pelear. Sabemos que va a ser complejo porque las empresas normalmente maquillan mucho los datos,  se sacan excusas de la manga y tratan por todos los medios de probar que no hay desigualdad salarial… pero no por eso vamos a dejar de lucharlo. Eso sí, recordemos, esto solo se aplica a la desigualdad salarial entre sexos.

 

La demanda por categorías

Otra cosa bastante habitual en este tipo de empresas es que la gente no está en la categoría que profesionalmente le corresponde. Normalmente meten a todos en el grupo EIII, que es el que menos cobra de todo el convenio y arreando… pero claro, no todo el monte es orégano, como ya explicamos en este artículo. 

Aquí nos tememos que te tocaría demandar a ti, sí o sí, porque lo que se reclama es algo individual que carece de carácter colectivo. No es algo genérico, vamos, si no que debe tratarse caso a caso porque no va a haber dos iguales. 

Lo que te va a hacer falta es probar qué funciones realizas. Para esto te ayudará, por ejemplo, que todos tus compañeros estén en una categoría superior. Ahí lo tienes hecho: si hacéis el mismo trabajo y ellos tienen una categoría superior a la tuya, obviamente tú tienes por asimilación dicha categoría. Y a mismo trabajo misma retribución. 

Ojo, que esto es algo que nos gusta dejar claro: las demandas son, en cierto sentido, una lotería. Al final van a interpretación de un juez, que es un ser humano, que a veces ve las cosas igual que nosotros y a veces no. En nuestra experiencia, este tipo de demanda suele salir bien, pero hemos visto que en alguna ocasión se ha fallado a favor de la empresa. Y eso hay que tenerlo siempre presente. 

Y tampoco es un proceso rápido. Un juicio puede tardar en salir fácilmente un año, por lo que esta tampoco es una solución de hoy para mañana. No hay ninguna solución inmediata. Lo bueno que tiene esto, eso sí, es que si la sentencia es favorable puedes reclamar la diferencia salarial con tu nueva categoría reconocida de manera retroactiva, hasta un año a partir de la fecha en la que interpusiste la demanda y hasta el momento en el que se ejecute la sentencia. 

 

El convenio

Las subidas salariales anuales se fijan siempre en el convenio colectivo de aplicación. Los convenios colectivos sectoriales, como pueden ser los de Consultoría o Comercio del Metal, los negocian los sindicatos mayoritarios de cada sector que, por norma, acostumbran a ser CCOO y UGT. 

Este año este tema está siendo especialmente controvertido porque nos encontramos con una subida del IPC que ronda el 8% y, claro, la patronal no quiere ni de lejos subir semejante cantidad las tablas salariales… así que, sacando la bola de cristal, posiblemente lo que suceda es que se acabe pactando algo entre el 2% y el 3%, que es lo que suele ser habitual, o directamente no pactando nada. 

¿Por qué? Pues porque la lucha de clases la tenemos perdida desde hace años y sin lucha obrera no hay grandes cambios. Si no paralizamos el país, si no salimos a las calles… ¿por qué iba la patronal a ceder? Si no lo necesitan. ¿Cuánta gente creéis que secundaría una huelga general indefinida? Pocos, cosa normal por otro lado porque los salarios ya son ínfimos y pocos pueden permitirse ese varapalo en su economía familiar. Es la pescadilla que se muerde la cola, la lucha obrera no funciona porque está atrapada económicamente y así pierde derechos que la empobrecen todavía más. 

No pretendemos dar lecciones, solo explicar por qué suceden las cosas. Y no todo es culpa de los sindicatos, por mucho que pensemos que CCOO y UGT pelean poco por los suyos y rinden demasiada pleitesía a la patronal… que las cosas sean como son es un poco culpa de todos y todas. 

A nuestro alcance podría estar, en cualquier caso, negociar un convenio de empresa pero tenemos los pies en la tierra y hemos visto el convenio colectivo de Zelenza. No somos tan ingenuos como para pensar que la empresa se va a sentar a negociar nada que beneficie a la plantilla después de ver semejante atropello. Aquí es importante que se entienda una cosa: un convenio colectivo de empresa NO es obligatorio. Y como no lo es, queda en mano de la empresa el negociarlo o no. Los comités no tienen fuerza alguna para forzar una negociación así, salvo que la empresa quiera conseguir algo… pero siempre, SIEMPRE, lo que van a querer conseguir va a ser perjudicial para la plantilla. Eso es así, nunca jamás una empresa va a negociar voluntariamente algo que les perjudique a ellos en beneficio de sus empleados. Un buen comité de empresa debe valorar esto y tratar de conseguir algo a cambio, y solo firmar algo que en balance general haga ganar derechos a los trabajadores y trabajadoras. Pero eso es algo extremadamente complicado de conseguir y, aún así, estaríamos hablando de un proceso negociador que podría llevar años. 

Bueno, ¿firmamos ese convenio de empresa o qué?

 

La contraoferta

La última opción que se nos ocurre es conseguir que te contraoferten, que suele ser además lo más rápido y efectivo. Bueno, efectivo si tienes algo que la empresa quiera, claro está… porque muchas veces les da igual que tu trabajo lo hagas tú o un chimpancé,  ya que lo único que realmente les importa es seguir pagando en cacahuetes. 

Para conseguir una contraoferta, lógicamente, tienes que tener primero en la mano una oferta de otra empresa. A veces puedes tirarte el farol, pero es cierto que cada vez es más frecuente que las empresas te pidan la carta de oferta, que puedes entregar o no, faltaría más. 

Y estos serán tus nuevos compañeros…

 

Conclusiones

No hay una manera fácil de conseguir una subida salarial, tampoco hay una manera rápida. Y no, por supuesto no somos Batman. No podemos hacer que te suban el salario mágicamente. Nos gustaría mucho, pero decir o prometer algo así sería mentir porque no es real. La realidad es que los salarios están precarizados y que esto es así porque el mercado laboral lo está. 

Se puede pelear y se puede intentar conseguir mejoras, pero vamos a ser realistas: lo único que realmente funcionaría, lo que de verdad cambiaría las cosas sería que todos los trabajadores y trabajadoras de este sector nos uniéramos para luchar, que se secundaran las huelgas y que se apoyara a quienes defienden nuestros intereses… 

 

 

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