Por qué no te deberías fiar de Darth Vader
Seamos claros: ese ser de luz que es tu coordinador no siempre te dice la verdad. Lo sé, duele leer esto, pero es como arrancarse una tirita, mucho mejor si se hace de golpe. Que yo sé que no lo ves posible, venga ya, ¿tu coordinador? ¡Pero si hasta estuvo afiliado a un sindicato! ¡Si una vez estuvo en el Comité de Empresa! Sentimos ser nosotros los que hagamos esto pero, ¿tú recuerdas a Anakin? ¿Ese niño rubito tan mono que estaba hasta arriba de midiclorianos? Bueno, pues eso.
La realidad es que tu coordinador es un mandado que lo que quiere es que hagas lo que la empresa le ha pedido que te obligue a hacer sin protestar demasiado. Así le facilitas la existencia y no le sumas un quebradero de cabeza más a la lista. Que no es que haga las cosas a mala fe, ojo, pero es mucho más fácil que tú te calles y digas que vale, que tenerse que pelear con la empresa. Además, que nadie llega a coordinador o a sheriff protestando. ¿Tú te imaginas a Darth Vader diciéndole al emperador Palpatine que pobrecitos los stormtroopers, que igual tendría que replantearse darles unos días de vacaciones o subirles el sueldo? Pues eso.
Así que hoy os hemos traído un recopilatorio de las mentiras más repetidas por tu coordinador. O por tu sheriff, que suele ser quien dice este tipo de cosas cuando el coordinador titular aún está ahí debatiéndose entre la Fuerza y el lado oscuro.
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No, esto no es una modificación sustancial de las condiciones de trabajo o una movilidad funcional, que me lo han dicho los abogados de la empresa.
Hoy va a ser peor que el día que descubriste que los reyes eran los padres, nos tememos. Y es que no, los abogados de la empresa no siempre dicen la verdad. Es más, la mayoría de las veces suelen manipular descaradamente la verdad para engañar a los trabajadores. Como cuando Palpatine le dice a Anakin que ha sido él quien ha asesinado a Padmé, vamos. Que verdad no es, pero sirve para llevarse al pobre Anakin al lado oscuro y, ¿a quién le importa la verdad cuando está algo así en juego? Pues a los jedi, que son unos cansinos.
La realidad es que el Estatuto es el que es y basta leerlo para saber si algo es una modificación sustancial de las condiciones de trabajo o una movilidad funcional. Y si no te aclaras, pues siempre puedes preguntar a algún sindicalista rebelde y que te lo confirme… pero nunca, de verdad, nunca te fíes de los abogados de la empresa. Porque para algo son los abogados de la empresa y no los tuyos.
Esto lo arreglamos nosotros hablando, no hace falta que firmemos nada.
Le has contado tu problema a tu coordinador y él se ha mostrado de lo más comprensivo. ¿Necesitas recoger a los críos del colegio todos los días a las 3 y adaptar tu jornada para ello? Claro, no te preocupes, no hace falta que firmemos, tu hazlo y punto. Y claro, tres meses más tarde te cambian de coordinador o aparecen los de Men in Black y le pegan un flashazo y ¡zas! El acuerdo ha desaparecido. O, lo que es peor, te despiden porque has bajado muchísimo el rendimiento, aunque tú sabes que es porque tu nuevo turno le viene fatal a la empresa pero no lo puedes demostrar porque resulta que no hay nada por escrito. ¡Vaya!
Lo mejor es que hagas las cosas de la manera legal, dejando constancia de ello. Que los chanchullos a veces salen bien, pero muchísimas veces salen mal y, cuando lo hacen, las consecuencias suelen ser nefastas. Utiliza las herramientas legales que existen para reclamar tus derechos y déjate de pactos con el lado oscuro. Te irá mejor.
Firma aquí, que solo es un trámite.
Le pueden añadir algo así como: «no lo puedo modificar porque es un formato estándar, pero no te preocupes porque todo va a ser como lo hablamos nosotros«. Y, no sé, lo mismo vosotros hablastéis que te iban a cambiar el turno durante un par de meses pero ahí pone que el cambio de turno es definitivo pero… ¿cómo va a modificar la empresa un documento y poner lo que hablásteis realmente? ¡Pero si eso es algo complicadísimo! Seguro que hay que abrir el Adobe o algo, que eso es un programa que solo sabe manejar Bill Gates.
Pues la realidad es que tú firmas lo que firmas y las palabras se las lleva el viento. Posiblemente dentro de dos meses, cuando pides volver a tu horario habitual, te mirarán con cara de no comprender y te dirán eso de «donde dije digo, digo Diego» y ala, te has comido la modificación para los restos. Así que nunca, bajo ninguna circunstancia, se firma algo que no se entiende. Ni aunque parezca que lo ha escrito la mismísima Heidi, aquí desconfiamos hasta de nuestra propia sombra y nos aseguramos mucho antes de estampar nuestra firma en cualquier sitio. Ah, y por supuesto, jamás se firma algo de lo que no nos den una copia.
Y ya ni te contamos si lo que firmas es un finiquito. Los finiquitos siempre se firman con un «recibí, no conforme» y se pide que haya un representante legal de los trabajadores presente, dejando constancia de que se ha pedido y, si se da el caso, de que la empresa no lo ha permitido. En letra grande y clara, que se entienda bien, que para algo existe el artículo 49 del Estatuto de los trabajadores.
Y, por supuesto, eso de pactar despidos es bastante ilegal. Te puedes ir de la empresa, claro que sí, cuelgas el sable láser y te marchas a Tatooine con los moradores de las arenas, a lo tuyo. La empresa te paga tu finiquito, te liquida las vacaciones y las pagas extraordinarias que tengas pendientes y adiós muy buenas. Lo que no puedes hacer es pactar una indemnización. Y una baja voluntaria no es compatible con la prestación de desempleo.
Pero no puede ser. A ti la empresa te ha dicho que no te preocupes, que te va a arreglar los papeles del paro y además te van a dar mil euritos para que le eches gasolina al Halcón Milenario. Bueno, pues esto es un fraude de ley y puede tener consecuencias a nivel fiscal, laboral y penal.
Los despidos pactados son una infracción muy grave según la LISOS, que es una ley horrible que se ha inventado para arruinar a las empresas de bien. Pero es que además, las indemnizaciones por despido cuando son legales conllevan una exención del IRPF (art 7 de la ley del IRPF) pero cuando son pactos chungos con la empresa no… y si te pillan, lo mismo te toca pagar. Para colmo, el empresario se enfrenta a un delito de fraude de prestaciones a la Seguridad Social, ¡que tiene hasta pena de cárcel! Que para el trabajador no es mucho mejor, ojo. Puede perder hasta la prestación por desempleo y compartir celda con el empresario… que no nos imaginamos nosotros peor castigo que ese.
No te puedo pagar todas las horas extras que hiciste el mes pasado en esta nómina porque es mucho dinero y te van a retener mucho IRPF, mejor te lo pago en dos meses, o tres… ¡o nunca!
Vamos a ver, decir esto es de ser muy mentiroso o muy ignorante. Es de no saber qué es el IRPF como poco. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es algo que tienen que pagar todos los trabajadores anualmente. Te retengan en nómina lo que te retengan. Para que nos entendamos: la empresa te retiene un % en nómina cada mes para que cuando te toque hacer la declaración de la RENTA no te dé un infarto. Y no, no tiran un dado al aire y te retienen la cifra que salga. Lo calculan en base a unas tablas que son iguales para todos los trabajadores. Estas:
Base aplicable | Tipo estatal (%) |
---|---|
Base aplicable 0 € – 12.450 € | Tipo estatal (%) 9,5 % |
Base aplicable 12.450 € – 20.200 € | Tipo estatal (%) 12 % |
Base aplicable 20.200 € – 35.200 € | Tipo estatal (%) 15 % |
Base aplicable 35.200 € – 60.000 € | Tipo estatal (%) 18,5 % |
Es decir, que si cobras 19.500€ y con las horas extraordinarias te pones en 20.199€, te van a retener exactamente igual: un 12%. Si cobras 19.500€ y con las horas extraordinarias te pones en 20.201€, te van a retener un 15%. Una putada, lo sabemos. Pero para esto da exactamente igual qué mes te lo paguen, porque lo que cuenta es el año fiscal en el que te lo paguen.
Da lo mismo pagar las horas extras como gratificación o intervenciones.
Claro que sí, guapi. Ponemos lo que te parezca a ti en la nómina y unos unicornios en el encabezado, para que quede bonita. Pues mira, no. Las horas extraordinarias se tienen que pagar como horas extraordinarias. Este y no otro es el concepto que debe aparecer en nómina. No hablamos de la cuantía, que eso te lo calculas tú con esta herramienta. Hablamos del concepto, de lo que aparece escrito en tu nómina. Aunque, casi más importante que eso, es que aparezca algo así en tu nómina:
Ese concepto, «Cot.SS.Empresa H.Extras» es la clave de todo. Si este concepto no aparece, la empresa no está cotizando tus horas extraordinarias y está defraudando a la Seguridad Social. ¿Y a ti qué más te da esto?, pensarás. Bueno, pues a ti esto te importa porque el día de mañana, cuando vayas a solicitar tu prestación de desempleo o tu jubilación, utilizarán tus cotizaciones para calcular cuánto te pagan… ¿y sabes qué pasa con las horas extraordinarias que no has cotizado? Que no cuentan para nada. Como si no hubieran existido nunca.
Si sigues hablando con sindicalistas, solo vas a conseguir que te despidan
¿Recuerdas cuántas veces en «El despertar de la Fuerza» le dice Kylo Ren a los stormtroopers que le pidan consejo a la General Leia Organa? Ninguna, ¿verdad? De hecho, el pobre Finn se tiene que ir con lo puesto para que no le corte en dos con el sable láser. Pues eso. A la Primera Orden no le interesa que sus soldados hablen con La Resistencia por la misma razón que a tu coordinador no le gusta que hables con sindicalistas rebeldes. Porque lo mismo te da por quitarte la armadura y cambiar de bando. Lo que les preocupa de verdad no es que te despidan, que stormtroopers tienen para aburrir y, si no, los clonan. Lo que les preocupa de verdad es que te dé por subirte en el Halcón Milenario y te cargues el Starkiller.
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