Las 10 irregularidades preferidas de Digitex

 

Hoy os traemos el ranking de irregularidades de nuestra querida empresa, el top ten, eso que hacen de manera recurrente porque en el Estatuto de sus Santas Narices dice que es así y punto en boca, que de toda la vida se han hecho estas cosas y nunca nadie se ha quejado y ahora tienen que llegar los sindicalistas rebeldes a molestar.

 

Modificación sustancial de las condiciones de trabajo.

 

Un día llega tu coordinador y te dice que vas a empezar a hacer turnos rotativos. O que te van a pasar a horario partido. O que te van a dejar de pagar ese plus de nocturnidad o ese complemento absorbible. O que vas a empezar a trabajar los sábados. Te prepara una carta muy bonita en la que, por supuesto, ni mencionan el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores. Porque ellos, en su cabeza, no te están haciendo una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, no. Te están dando un remo para que arrimes el hombro y saques a flote a la empresa, para que defiendas tu puesto de trabajo, para que demuestres lo Comdata que te sientes. En definitiva, te están dando la oportunidad de ser mejor persona.

 

Y, si ese día te sientes muy Comdata, pues es probable que cojas la carta, la firmes, suspires y agaches la cabeza. Y a hacer noches, o turnos o lo que sea. Porque total, tienes InfoJobs en favoritos y curros mierder hay a patadas. Ya te saldrá otra cosa y te irás, piensas. 

Tu cara antes de ir a hablar con los sindicalistas rebeldes.

Pero  claro, igual te da por preguntar a algún sindicalista rebelde que te cuenta que lo que te están haciendo es una modificación sustancial de las condiciones de trabajo. Y que te puedes ir, claro que sí, pero te puedes ir cobrando una indemnización en lugar de hacerlo gratis.

 

Horas extraordinarias.

 

Llega agosto y con agosto llega la reducción de jornada. Pero a ti te dicen que no, que tu cliente no lo permite. Que te toca currar tus cuarenta horas semanales y punto en boca, que así no te entran moscas. O te dicen que esos veinte minutos que te quedaste el lunes atendiendo una llamada de última hora son cosa tuya, que no te lo autorizó nadie y que lo hiciste porque te sientes Comdata y te encanta trabajar gratis para sacar a flote a la empresa. También es posible que te digan que el chequeo médico de la empresa te lo tienes que hacer en tu tiempo libre, que eso es prácticamente ocio o que te van a dar una formación por las tardes, cuando acabes de currar, porque eso no es trabajo, es vicio. 

 

Aunque lo mismo te pillan en un día de esos, raros, en los que no te sientes muy Comdata. Igual porque no te han pagado las vacaciones o porque te tienen haciendo a ti solo el curro de diez personas o porque te ha sentado mal el café, que todo puede ser. Y te da por leer el artículo 35 del Estatuto de los Trabajadore y descubres que las horas extraordinarias son de carácter voluntario o, Dios no lo quiera, webs subversivas de sindicalistas rebeldes. 

 

Cuadrantes

 

Un día entras a trabajar a las siete de la mañana con bastante sueño, le cuentas a tu compañero que anoche saliste a las once de la noche y que, claro, estás reventado. Tu compañero te dice que eso no es nada, que él el domingo curró doce horas de seguido. Y el que está enfrente te dice que os quejáis de vicio, que él lleva 14 días de curro seguidos. Entonces os miráis solemnemente y cantáis el himno de Comdata con la mano en el corazón mientras, a lo lejos, vuestro coordinador os observa con orgullo.

Tu coordinador observándote con orgullo.

Todo parece ir bien hasta que, un día, los sindicalistas rebeldes os atacan. Os cuentan no sé qué de un artículo 34 y  de descansos de 12 horas entre turnos, un máximo de 9 horas de jornada ordinaria diaria y un tope de 11 días de trabajo seguidos de 3 de descanso a los que, brujería, también hay que sumar los descansos entre jornadas. Y, claro, vuestro coordinador se pone triste y, en algún lugar, muere un gatito. 

 

Movilidad funcional

 

Estás de suerte, hoy es tu día. La empresa se ha fijado en ti y ha decidido que te cambia de centro. O que te asciende. En tus ojos se dibuja el símbolo del dólar, ya te estás gastando mentalmente todos esos billetes que vas a ganar pero la realidad siempre es mejor… no te van a subir el sueldo, no… ¡te van a pagar con una palmadita en la espalda! Lo que pasa es que luego vas al banco y el director se te queda mirando con cara rara cuando se lo dices, y el tío borde te responde que ellos no aceptan palmaditas en la espalda para pagar la hipoteca. Y el sueño de Comdata nuevamente se derrumba.

Tu coordinador ofreciéndote promocionar.

Porque ellos te lo habían preparado muy bonito. Con una carta llena de palabras interesantes, en la que se citaba el artículo 39 del Estatuto y todo, porque a veces les gusta citar artículos aunque no se los hayan leído y los hayan utilizado para limpiarse después de… El caso es que tú tienes tu carta en la que te dicen que te trasladan o te cambian de funciones o lo que sea. Y tú, que tienes fe ciega en tu coordinador pues firmas y santas pascuas. Que si tu coordinador lo dice será verdad, ¿qué razones podría tener para engañarte? ¿Conseguir a un tío que le haga el mismo trabajo que otro por la mitad? Vamos, por favor. 

Entonces llegan los que todo sabéis a estas alturas. Los sindicalistas rebeldes. Y os leen el artículo, que es algo que ni os habíais planteado. Y resulta que ese artículo dice que os tienen que pagar en dinero de verdad la diferencia salarial con la nueva categoría, que si os tiráis más de seis meses en el puesto la categoría se consolida, que tienen que probar que existen causas para efectuar la movilidad, que no os pueden despedir si lo hacéis mal y, lo peor de todo, que encima tienen que avisar a la representación legal de los trabajadores. Y eso sí que no, por ahí no pasan. Ellos no avisan de nada a la RLT que para eso son los jefes y nosotros solo escoria sindicalista. 

 

Disponibilidades

 

Esto te va a sonar. Te suena el teléfono a las 3 de la madrugada. Es tu jefe, muy nervioso. Transportes Paqui está en crisis, se les ha caído un ADSL y el vigilante nocturno no puede jugar al buscaminas. Y tú piensas que el buscaminas no necesita conexión a Internet, pero a ti no te pagan por pensar, así que te callas. Te levantas de la cama, te conectas a tu ordenador y te pone a lanzar pines como si tu vida dependiera de ello.

 

Y mientras trabajas piensas que es una faena que tengas que tragar con la disponibilidad por contrato… ¿estás seguro de eso? ¿En tu contrato pone de verdad que tienes disponibilidad? Porque igual no y te la han colado. Que lo mismo no estás obligado a realizar esa disponibilidad y tú ahí, sin un mal café en el cuerpo creyendo que sí.

 

Lo mismo la primera noche no, pero igual cuando llevas tres o cuatro levantándote a horas intempestivas para currar empiezas a pensar que esto no está pagado, que por 800€ al mes no te merece la pena, que al final duplicas prácticamente la jornada con todo esto y que encima nadie te paga un duro. Y puede que, no sé, te dé por buscar en Internet y que, de casualidad, te encuentres con una web repleta de mensajes subversivos de sindicalistas rebeldes que te dicen cosas como que la disponibilidad no es una barra libre de esclavitud laboral. Hay gente muy mala en Internet, tened cuidado. 

 

Contratos

 

Los contratos de trabajo son esos grandes desconocidos. Uno los firma el primer día y después los guarda en un cajón y se olvida de ellos para siempre. Y luego pasan los años, te haces mayor y un día te da por intentar comprarte un piso. Y en el banco te piden tu contrato de trabajo. Te pones a buscarlo como loco, le preguntas a tu madre, se lo llevas y el tío del banco te mira raro. Es un contrato de obra y servicio, sentencia. Y tú te quedas con la cara torcida, pero si llevas la tira de años en la empresa, ¿de qué habla este tipo?

 

Se lo arrebatas de las manos, lo revisas y, efectivamente, obra y servicio. Pues nada, sin piso que te quedas. A seguir viviendo con tus padres… o no. Y es que resulta que los contratos de obra y servicio tienen que convertirse en indefinidos a los 3 años (o 4 en algunos convenios) y que, encima, para que sean de obra y servicio tiene que aparecer en ellos que obra o servicio concreto es. Y no vale  con «Centro de Gestión de Fulanito S.A», no. Tiene que poner algo concreto y limitado en el tiempo, algo real y que la empresa pueda probar que requiere de personal extra. Si no, es un contrato indefinido aunque ahí no lo ponga escrito. Y, si te despiden, pues cobras la indemnización de indefinido. Y, si te apetece, pues lo denuncias a la Inspección de Trabajo y ya el inspector le dice a la empresa que ponga un poco de tipex ahí donde dice obra y servicio y ponga indefinido. O también puedes escribir a algún sindicalista rebelde y contárselo para que te hagan la inspección ellos, que les salen como churros.

 

Llamadas fuera de horario. O WhatsApp.

 

Estás hasta las narices del grupo de WhatsApp del curro. Todo el día echándote la bronca por no sé qué incidencia que no trataste a tiempo o preguntándote cosas absurdas un domingo por la tarde que te importan un bledo porque tú estás jugando al Among Us. O leyendo a Dostoyevski. Y eso cuando al coordinador no le da por llamarte porque te falta no sé qué contacto o porque no entiende ese comentario que escribiste hace tres días y del que ni te acuerdas.

 

Pero tú coges el teléfono porque llevas a Comdata en tu corazón. O no, oye. Que lo mismo un día te cansas y te pones a leer artículos subversivos y descubres que no solo no tienes obligación de coger tú teléfono personal ni de estar en grupos de WhatsApp de la empresa, sino que encima es ilegal e incluso sancionable. 

 

Calendario laboral

 

Te escribe tu coordinador el sábado, mientras estás de cañas con tus colegas, para decirte que el lunes te va a cambiar el turno. O lo mismo estás en casa confinado, que a día de hoy será bastante más probable. Total, que te corta el rollo porque tú el lunes por la tarde ibas a ir a Ikea porque tenías turno de mañana. O a jugar al Call of Duty porque librabas. Y, claro, te viene mal. 

Tú justo antes de la llamada de tu coordinador

Pero tu coordinador te dice que estos son lentejas, que lo pone en tu contrato y en el Estatuto de sus Santas Narices y que si no te gusta te vas a ir a la puñetera calle y que, además, se va a morir un gatito. Y a ti, que te gustan los gatitos, pues solo te queda encogerte de hombros y cancelar tu partida.

 

O no. Que lo mismo lo que haces es escribir a cierta sección sindical rebelde y te cuentan que esto no es así. Que existe una cosa llamada calendario laboral, que se fija a principio de año, donde viene qué días trabajas y qué días no trabajas. Y que si en ese calendario dice que libras, libras porque no es el calendario de Schrödinger. Que un WhatsApp no es una forma de comunicación válida, que no tienes obligación de coger el teléfono fuera de tu horario laboral y que, ojos que no ven, corazón que no siente. Es decir, que si te comunican el cambio el sábado y tu saliste de trabajar el viernes, no tienes por qué haberte enterado de nada porque no es tu obligación mirar los contactos de trabajo en tu tiempo libre. Ah, y que para colmo entre jornada y jornada tiene que existir un descanso de 12 horas y que, si no tienes disponibilidad firmada, te tienen que avisar de los cambios de turno con antelación suficiente. 

 

Fichajes

 

El famoso Zeit, que tanto y tanto ha dado que hablar en esta empresa. Ese sistema de fichaje que funciona un día de cada tres, que parece que no entiende nadie y que encima ni siquiera la empresa sabe utilizar correctamente… o que nos expliquen si no por qué, casi un año después de su implantación la RLT sigue sin tener un acceso correcto a los registros de jornada de los trabajadores. Cualquier malpensado podría decir que es porque no les interesa que lo controlemos y descubramos cosas feas, como que superan las 80 horas extraordinarias por trabajador o que se incumple la jornada anual de convenio. A saber, hay gente muy mala por ahí. 

 

A ti te han dicho que tienes que fichar cuando te vas a comer. O cuando sales a fumar. O cuando vas al baño. Vamos, cuando no estás trabajando, vago que eres un vago. Eso es tiempo de Comdata que robas y el tiempo es dinero. Lo que no te cuentan es que tienes que fichar cuando estás en una formación, aunque esta tenga lugar fuera de tu horario laboral. O cuando te vas a hacer el reconocimiento médico de la empresa. Y ya ni hablamos de facilitarte unos registros claros e intuitivos para que tú puedas comprobar que está funcionando todo bien. 

 

Las sanciones

 

Te levantas de buena mañana, conectas el pulse, fichas en zeit y todas esas cosas que tiene trabajar… y ahí está, en tu flamante buzón de correo de Comdata. Una sanción. Te pone no sé qué de que faltaste al respeto a un cliente, de que te olvidaste de rellenar un informe del que nadie te había contado nada, de que no pusiste un contacto la madrugada del 6 al 7 de julio… sed creativos. Total, que tú te acobardas porque te suena que eso de las sanciones es algo muy chungo, piensas que te van a despedir, agachas las orejitas y no dices nada.

 

Pero es que las cosas no son así. Las sanciones están reguladas en ese estatuto maléfico que llaman Estatuto de los Trabajadores, en los convenios y en una cosa terrible que se llama LISOS y que es una ley hecha para fastidiar a las empresas, aunque ellos no lo saben porque nunca la han leído y a estas alturas esta sección sindical incluso duda que sepan de su existencia. El caso es que las faltas están tasadas, categorizadas y no se pueden poner a lo loco. Y además hay una cosa que se llama carga de prueba que es responsabilidad de la empresa… vamos, que la empresa tiene que demostrar que tú has hecho eso que ellos dicen. Lo que pasa es que si tú te callas y agachas las orejitas, pues se entiende que estás de acuerdo y que les das la razón y te comes la falta. ¡Ah! Y esto es genial, resulta que si estás afiliado a un sindicato y esa falta no es notificada a tu delegado LOLS es nula de forma y no vale. Como si hubieran marcado gol en fuera de juego, vamos. 

 

Por último…

 

Si te reconoces en alguna de estas situaciones, escríbenos a cgtdigitexbpo@gmail.com. No vamos a contarle nada a la empresa y, si es una situación que afecta a todo tu centro de trabajo, ni siquiera vamos a dar tu nombre. Otra cosa es que sea una situación que solo te afecta a ti, que en ese caso ya hablaremos de qué y cómo podemos hacer las cosas. Aunque también os decimos que el miedo hay que perderlo. Que a veces es mejor plantar cara que salir huyendo con el rabo entre las piernas. Que muchas veces se gana más de lo que se pierde y que, además, es bastante probable que si tienes demandada a la empresa el juez declare nulo cualquier posible despido. Vamos, que luches por lo que es tuyo y que no permitas que la empresa abuse de ti. 

Tú enviándonos un correo

Los sindicalistas rebeldes estamos para ayudaros, pero no tenemos el don de la clarividencia. Muchas veces desconocemos lo que sucede en los centros, aunque nos lo podemos imaginar… pero sin pruebas no tenemos mucho que hacer y la empresa ya se encarga de no facilitarnos nada de información para mantenernos lo más ciegos posible. ¿Os imagináis a Darth Vader facilitándole a Luke Skywalker los planos de la estrella de la muerte? ¿A que no? Pues eso, necesitamos que seáis nuestro R2-D2, nuestra Leia. Enviadnos los planos, contadnos qué está pasando. Y nosotros ya nos encargamos de buscar el canal de ventilación. 

 

 

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